LA VENUS DE MILO

En 1820 Yórgos Kendrotás, un campesino de la isla griega de Melos (también conocida como Milo), en el mar Egeo, encontró semienterrada una estatua rota en dos pedazos.

Recogió una de las mitades, que guardó en el establo de su casa, y dejó la otra mitad, que pesaba unos 900 kilos, en el mismo lugar donde la había encontrado. Su intención era venderla por lo que se puso en contacto con un clérigo ortodoxo mientras, según algunos historiadores, se la ofrecía también a los turcos.

Finalmente quien la consiguió fue un oficial francés, Jules Dumont D'Urville, con la ayuda del marqués de Rivière, cónsul francés en Constantinopla.

En ese momento Grecia estaba inmersa en las últimas etapas de la guerra para conseguir la independencia del Imperio Otomano, del que formaba parte, lo que dificultó la salida de la estatua. A pesar de ello, ese mismo año, se consiguió trasladarla a Francia, siendo presentada al rey Luis XVIII como un regalo, que al año siguiente la cedió al museo del Louvre donde, desde ese momento, se encuentra expuesta.

La estatua representaba a la diosa Afrodita, Venus para los romanos, nacida de la espuma del mar fecundada por los genitales de Urano, Afrodita Urania diosa del amor, o de la relación entre Zeus y Dione, Afrodita Pandemos diosa del placer sexual.

Fue esculpida en mármol de Paros entre los años 130 A.C. y 100 A.C., siguiendo las características propias de la escultura del período helenístico, y en varios bloques, trabajados individualmente y unidos para conformar una única pieza de más de dos metros de altura.

Afrodita de Capua (copia romana)
Su autor, de quien desconocemos el nombre aunque se ha querido atribuir a Agesandro de Antioquía por la inscripción en un pedestal encontrado cerca de donde se halló la Venus, se inspiró, seguramente, en la Afrodita de Capua una escultura realizada por Lisipo en el siglo IV A.C.

Desde su llegada a Francia la escultura gozó de una gran popularidad debido sobretodo a la propaganda política, ya que unos años antes, en 1815, el gobierno francés había tenido que devolver a Italia la Venus de Médici, una escultura expoliada por Napoleón Bonaparte.

Uno de los rasgos más destacados de la escultura es la falta de sus dos brazos, que ha dado lugar a una gran cantidad de teorías.

Según algunos historiadores al lado de la estatua también se encontraron fragmentos de un antebrazo y una mano que sostenía una manzana, según otros, la estatua se encontraba completa, pero al intentar sacarla de la isla hubo un enfrentamiento con los turcos con lo que la estatua cayó al suelo y perdió sus brazos.

Posible reconstrucción
El caso es que el gobierno turco siempre ha considerado la venta y salida de la Venus de Grecia ilegal, debido a que se encontraba en suelo turco, y ha pedido su devolución en reiteradas ocasiones.

En cuanto a la posición de los brazos la teoría más extendida es que con uno de ellos intentaba sujetarse la resbaladiza túnica, mientras que con el otro sostenía una manzana, en referencia al juicio de Paris, además de ser símbolo de la isla de Melos.