ARTE EN PALMA: ESCULTURAS DE JOAN MIRÓ, PERSONATGE Y MONUMENT

La relación entre Mallorca y Miró le venía al artista por linea materna, su madre Dolores Ferrà i Oromí era mallorquina y desde pequeño, con apenas 7 años, empezó a pasar parte de los veranos con su abuela en la isla. Esta relación se incrementó al casarse en octubre de 1929 con la también mallorquina Pilar Juncosa.

En 1940, durante la II Guerra Mundial y ante el avance nazi, el matrimonio Miró-Juncosa decidió buscar refugio en Mallorca, donde permaneció hasta 1942.

En 1954 decidieron abandonar Barcelona y trasladarse a vivir definitivamente a Mallorca, donde adquirieron una casa y una finca. Dos años más tarde Miró encargó a su amigo, el arquitecto Josep Lluís Sert, la construcción del taller que tanto había deseado y que marcó el inicio de una nueva etapa, en la que el artista prácticamente abandonó la pintura y se dedicó casi exclusivamente a la cerámica, el grabado y la litografía.
Personatge
A mediados de la década de 1960, ya plenamente establecido en Palma, empezó a realizar una serie de esculturas fundidas en bronce en las que representó básicamente cuatro temas, personajes, cabezas, pájaros y mujeres.
En estas esculturas aparecían elementos modelados junto con objetos cotidianos o simplemente encontrados, como piedras, cubiertos o cajas fundidos a la cera perdida.

De esta época son las dos esculturas de Joan Miró que se encuentran en la ciudad, donadas al ayuntamiento por el propio autor y la Fundación Maeght en 1981, tras una exposición realizada en 1978 en la Lonja de Palma para celebrar el 85 aniversario del nacimiento del artista.

Personatge, realizado en 1971, de 2,60 metros de altura y cuatrocientos kilos de peso, representa un pavo, representado como los que aparecen en los belenes tradicionales mallorquines y que antiguamente, en Mallorca, era sinónimo de riqueza, ya que solo los ricos podían permitirse comerlo en Navidad.

La obra se instaló en un principio en un parterre de la plaza de Pio XII, actualmente plaza Juan Carlos I, donde fue objeto de un acto vandálico por el que necesitó ser restaurada en 1992 y posteriormente se trasladó a la calle Jaume III, donde permanece.

La otra escultura Monument o Monument a la Dona (1970) se instaló por decisión del propio artista en S'Hort del Rei, donde permanece junto a la escultura realizada por su gran amigo Alexander Calder.

La escultura, que guarda un gran parecido con la que se exhibe en la Fundación Miró de Barcelona también titulada Monument á la femme, recuerda un assemblage de reminiscencias surrealistas.

Está formada por dos elementos que podrían compararse a un huevo, usado a modo de cabeza, y una pastilla de jabón bastante gastada, como cuerpo, aunque podrían verse como semillas...